Bejeque amarillo
Lavandula canariense
Teide
V I D A
La vida.
Esa gran obstinada,
que se pega a mis talones
cuando en la noche cerrada,
busco a través de sus ojos
un sendero que me alcanza
para trazar con mis versos
peldaños de luna y de nácar
La vida.
Tiempo y presente,
entre curvas que se agrandan,
entre dudas, sin sabores,
entre rocas y entre playas.
El horizonte se afila
para cortar mil distancias,
en existencias que anidan
fulgores de gaviotas blancas.
Rozando vas alboradas
y resquebrajando velos,
entre estallidos de luz
y lágrimas del desconsuelo.
Obstinada y sigilosa
tras mis pasos vas clavando
sobre un papel que confiesa
lo que yo te estoy contando.
No disminuyas las horas,
ni tampoco mis recuerdos
¡Vida sigue firme tu camino!
que junto al corazón te albergo
aunque se paren mis manos,
aunque se nublen mis versos,
¡obstinada Vida mía!
tu misterio es lo que hoy tengo.
Ana Valentín
No hay comentarios:
Publicar un comentario