Mayo abre las puertas del salón como un invito más a nuestra fiesta. Su fragancia contamina hasta los rincones más lejanos de nuestra vida. Al mirar por la ventana me baño con su color, con su luz y siento que el beso del tiempo se acurruca entre mis labios haciéndo susurrar recuerdos en las esquinas de mi imaginación. No soy nada y a la vez me siento inmensa y deslumbrada con su potencial estallído de color. Las lasgas tardes tran hasta mi reminiscencias de un libro escrito por el viento y rubricado por las hojas de ese árbol que ya anida los capítulos de mi vida hasta ahora. Ana Valentín.
Te veo quitándote el vestido
que trajeada de noche
te engalanó de estrellas,
y admito tu cuerpo fulgurante
despuntando el horizonte.
Te identifico, entonces,
y caigo en cuenta que eres tú;
hermosa madrugada
Ricardo Buitrago
Otro mayo
cuando pasabas con tu otoño a cuestas
mayo por mi ventana
y hacías señales con la luz
de las hojas finales.
¿Qué me querías decir mayo?
¿Por qué eras triste o dulce en tu tristeza?
nunca lo supe pero siempre
había un hombre solo entre los otros de la calle
pero yo era ese niño
detrás de la ventana
cuando pasabas mayo
como abrigándome los ojos
y el hombre sería yo
ahora que recuerdo.
Juan Gelman
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