ABUELAS, el dulce sabor de la infancia

Las abuelas, esas dulces confidente que, a pesar de no saber hablar, nos entendían. Permanecían a nuestro lado cuando estábamos enfermos y descubrían mucho antes que nuestras propias madres cuando nos habíamos convertido adolescentes. Nadie como ellas han mostrado el tacto de esa palabra que lo justifica todo y que tantas veces no nos hemos atrevido a decir. Los cuidados de las abuelas aumentaron la esperanza de vida en cuarenta y nueve años en los primates y en un corto de tiempo evolutivo. Al permitir a sus hijos tener más hijos, unas pocas hembras ancestrales pasaron sus genes de longevidad a sus descendientes.Ana Valentín.