¿Cuantas veces nos hemos escondido tras un árbol ? Pero ¿sabemos realmente abrazarlo? El árbol nos da energía cuando hacemos contacto al rodearlo con nuestros brazos. No pasemos nunca junto a ellos sin abrazarlo y sentir la grandiosidad de su presencia. Y el mes de Noviembre es un buen mes para abrazar un árbol.
NOVIEMBRE
Noviembre en gris,
que te aferras por el tronco de ese árbol
abrazando su hermosura.
El frío acecha a tus manos
y la escarcha besa tus zapatos,
como si tratase de retenerte para siempre.
Noviembre frío,
que aglutinas en tu pecho
sombras de nubes blancas
y donde las gotas de lluvia
deslizan sus cuerpos
sobre los helados cristales
intentando alcanzar el rostro de la luna.
Noviembre acompasado y lento,
que te perfilas en los bordes de mi ventana
creando ese espacio infinito para la locura
y desde donde,
la voz helada de la noche
suele ofrecerme hermosos versos.
¿Quizás la blanca luna de noviembre
esté presagiando muchas de mis historias?
(Ana Valentín)
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