El Teide en un radiante días de luz. Su esplendorosa silueta hace que cuantos lo contemplamos nos sintamos cada más enamorados de él. Pero sin lugar a dudas esta es la estampa que hoy acompaña ; un Teide nevado exuberante y grandioso.
En estos días el manto de nieve ha hecho su presencia y atrapa nuestras miradas. Medir el tiempo no es lo mismo que medir la belleza del volcán. Frente a un horizonte que extiende y que se expande nace la belleza infinita de las cosas que, jamás poderos acertar en darles la significancia que merecen.
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